Ritz

Hotel Ritz

Hotel Ritz

Querida María, acabo de llegar a Madrid y no he podido contenerme para escribirte. Los avances de la ciencia ya no tienen la barrera moral.

El vapor está por desarrollar,  ya se rebasa la velocidad de un caballo y estoy convencido que pronto viajaremos a más de 40 kilómetros por hora. Dicen que la electricidad, ese invento que ilumina estancias como la de este hotel, hará que los hombres sueñen y con ello se creen nuevos prodigios. Imagínate hacer máquinas silenciosas que muelan el trigo.

Ya sé que soy un visionario y que voy por delante de 1911, pero la época que se nos abre delante quien sabe lo que nos depara. Quizás las cartas vayan ellas solas por un hilo eléctrico, quién sabe. Solo agradezco a Dios vivir en esta época, donde un día te sorprendes y otro también. Sin duda la humanidad tiene un futuro muy grande.

Espero que llegue ya la próxima semana para ir a recogerte a la estación de Atocha. Te gustará pasear junto a mí por el paseo de las delicias, está espectacular en esta época del año. Tus primas Belinda y Daniela también te esperan, ya sabes que les encanta que les cuentes como visten las damas en París. Adoro contigo nuestros bailes de Salón, las visitas de los amigos, el té en la terraza, al bueno del Védrines con su loca carrera Paris – Madrid, ya sabes que no le para nada, ni el canal de la Mancha, ni nada que se proponga.

Como nosotros, siempre juntos.

André – Hotel Ritz de Madrid 8 de Mayo de 1911.

El pasado 23 de Febrero, El Rincón de Mamá tuvo el honor gracias a la asociación AMYL, de compartir la última comida que se dio en el salón Velazquez del hotel Ritz. El hotel cierra 100 años de historia en la capital y con ello hemos querido rendirle este pequeño homenaje. Un hotel que vio los grandes avances de la ciencia, los avances sociológicos,  varias guerras y muchas más alegrías. Hotel que ha conocido a las personas más relevantes de nuestra historia más cercana. En esta renovación que se está llevando a cabo, queremos pensar que un nuevo André escribirá a su María, esta vez desde su teléfono móvil. Mientras quién sabe, ojea el menú del hotel en realidad aumentada. Pero si estamos seguros, que transmitirá esa ilusión, esa felicidad por los nuevos años que vienen por delante, donde de nuevo las personas que escriben, rectifico o añado, escribimos y formamos parte de la historia, dejaremos nuestra impronta al cruzar la puerta de tan emblemático edificio.
Valsaín

Visita a Valsaín

Visita recomendada

“A no más de 4 horas a caballo, atravesando con cuidado eso sí el puerto de Navacerrada, te encuentras en casa de la tía. No tiene pérdida, si hay niebla en Valsaín, sigue siempre el olor de la leña. Tu olfato te guiará como el mejor sabueso del abuelo Fernando. Eso sí, una vez allí aunque el frío te sea incomodo, aguanta como debes los honores de la guardia. Luego ya verás dentro de palacio, una vez instalada como los fuegos de las chimeneas y su crepitar te abrazan mientras ves el jardín nevado, desde tu ventana.”

Quién sabe querida amiga, si una carta así se dirigían dos hermanas, para realizar una visita a su familiar, la reina Isabel II. Allí bajo la montaña, se encuentra la Granja de San Ildefonso. Siempre en un lugar privilegiado e idílico, al resguardo del tiempo bisiesto, el temporal y el climatológico. Presenta en estas fechas, aromas de otros tiempos. Con la nieve bajo nuestras botas, podrás recrearte en la visión de la fusión de la belleza pura en el valle de Valsaín.
 

Palacio de la granja de San Ildefonso

Nacido casi al unísono del mismísimo Versalles, sus jardines, monumentos y estatuas guardan más de mil historias. Quién sabe qué decisiones, qué acuerdos o promesas se sumaron al entorno. Y aunque ahora el palacio es un mero monumento, quién sabe lo que le deparará el destino. El Real Sitio de la granja es paciente y sabe esperar, de hecho es un buque que navega entre el tiempo. Y en esta parada de su historia, te brinda el poder subirte por unas horas a lomos de su esencia.
 
Pasear en primavera, verano, otoño o ahora entre las nieves te hace firmar con tu presencia, en el libro de honor al lado de todos los reyes, pasados, presentes y futuros. Y no te preocupes si al pasear; sorprendes a un fauno tocando su flauta bajo una fuente. Quizás esté rompiendo un hechizo y la dama de piedra bajo el agua, empiece a respirar. Obsérvalo en silencio, deja que tu respiración se una a sus notas.

Bien abrigadas, con sombrero Fedora de caza o gorrito de lana, guantes de piel y unas buenas botas de montaña para disfrutar del paseo y siempre al final…taza muy caliente de chocolate.

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ManoloBlahnik

Manolo Blahnik

El pasado domingo 10 de Diciembre de 2017, el club de amigos de El Rincón de Mamá, efectuó una visita a la exposición de Manolo Blahnik

El día gris invernal, hacía juego con el museo de artes decorativas sito en las cercanías de El Real Sitio del Retiro. Hasta allí llegaban las hojas doradas de un otoño empeñado en alfombrar con naturaleza el asfalto de la calle Montalbán. Ante esta bonita escena y haciendo una mínima cola para acceder al museo; entramos en la exposición. Recomendamos llegar antes de las 12 del mediodía para evitar esperas mayores.

El museo divide las dos plantas disponibles de la siguiente forma:

  • Planta Baja- Dedicada íntegramente a Blahnik.
  • Planta Primera – Blahnik comparte exposición, con otra exposición de artículos finlandeses. No es que Manolo Blahnik se inspirara en motivos nórdicos para sus diseños (que podría hacerlo en cualquier momento), si no  es que estamos en un museo de artes decorativas, y nos ofrecen una muestra de objetos cotidianos de la cultura finlandesa.
  • Segunda planta. Puramente museo de artes decorativas. Desde una sala del tesoro con piezas únicas y valiosas, a exposición de distintos objetos cerámicos. Así como una cocina, dormitorio y capilla al estilo de nuestros ancestros. 

Maestro

En cuanto a Manolo Blahnik poco podemos hablar que ya no se conozca. Pero gracias a Vogue España y al museo Nacional de Artes decorativas, vas a tener una oportunidad única, para disfrutar del sueño y del trabajo de un hombre reconocido mundialmente.

Manolo Blahnik siempre ha estado rodeado de belleza. Es un viajero en el pleno sentido de la palabra. Viajero que filma con su creatividad, los distintos matices y momentos que vive en los  tan variopintos rincones de este planeta. Desde la sombra de una palmera que se contornea en la brillante arena de la depiaggia dei Conigli, hasta ese espíritu de un nuevo renacimiento en la quinta avenida.

Nada en su obra es creado por las máquinas, simplemente por esas manos que crean a las máquinas. Huir de la industrialización a favor de la maestría laureada por la experiencia personal y el buen gusto. En España solemos decir “no dar puntada sin hilo”, pero me atrevo a afirmar que Blahnik diría, “depende del hilo, textura, color…”

Artista

En la exposición puedes ver elementos que ya son parte de la historia de la moda contemporánea. La obra de un maestro que inspira e inspirará a nuevos creadores. Influenciado quizás por estar entre los dos mundos que pueblan este, el del pasado y el del presente aunando lo mejor de los dos mundos. Como un gatopardo que utiliza sus uñas para cortar el cuero, para acariciar lienzos en busca de diseños, en enhebrar agujas o blandir cizallas para dar siempre un nombre a su hijo. La palabra calzado se queda corta, como un tacon quebrado a la puerta de un evento extraordinario. Es la extensión de su portadora. La delicada y elegante capa que impide que la piel toque el suelo.

El sueño de un hombre, la realidad de muchas mujeres. ¡Blahnik!